24.1.08


2pájaros y teatro lleno. Se mueven por la ciudad como un rumor. Que vienen que no vienen. Hay una fiesta, y se comenta que están por llegar. Samper presenta su libro sobre María Félix, y se aparecen de sorpresa. La gente va. Los persiguen antes de que lleguen. Acabada la enorme gira con la que celebraron su “pareja de deshecho” por España y América, se instalaron en una hamaca de la que sólo una buena excusa como el bolero puede levantarlos. Pero esta vez no es para cantar, si no para charlar. 2pájaros que saben de lo que cantan: “ambos son conocedores de la materia, saben de memoria decenas de boleros, han contribuido al repertorio suspirante con no menos de seis títulos, han grabado algunos propios y otros ajenos y se les hace corcheas la boca charlando sobre el asunto”, tal como escribió Daniel Samper Pizano. Hoy, a las 12.30 en el mediodía ardiente de Cartagena, el Teatro Heredia inició la andana festivalera con el periodista Roberto Pombo y los 2pájaros Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina. El teatro se les venía encima. Con las entradas agotadas antes que acabara el primer día en el que se pusieron en venta, la gente esperaba desde temprano en la calle y bajo el sol, atizando la espera con una guitarra y canciones de Serrat. Dentro de los camarinos, aguardaba Libardo Narváez, un cantante del bar Comarca. Controlaba la ansiedad con disimulo. Él iba con su guitarra preparado para cantar, o en todo caso, prestarla. Al salir de aquí y después de haber compartido escenario con los 2pájaros, sus amigos ya no podrán llamarlo chichipato. “¿Qué es el bolero?”, arrancó Pombo. “Un estado de ánimo”, respondió Serrat. “Las mejores canciones salen aboleradas”, agregó Sabina, quien dijo que no sabe nada del tema. Y remató: “el bolero es hermoso y cursi, como este teatro”. Estaba dicho que no iban a cantar, “no son horas para cantar boleros”, pero la charla fue tan entusiasta, que acabaron pidiéndole la guitarra a Libardo. Serrat hizo a ritmo de bolero, cómo no, aquella de “de vez en cuando la vida / nos besa en la boca / y a colores se despliega / como un atlas” y siguió luego con Aquellas pequeñas cosas. Sabina, dejando de lado su falso cigarrillo, cantó lo suyo: “Después de tanto tiempo al fin te has ido / y, en vez de lamentarme, he decidido / tomármelo con calma…”. Afuera, derretidos ya no por el calor, la gente buscaba el aire del malecón. Ellos, volvían a su hamaca.

Hay Off . En el claustro de la Universidad de Cartagena se desarrolla en paralelo la versión off del Hay Festival. Si a cada in le nace su off como contracara adversa y contestaria, esta vez el antagonismo se transforma en apéndice, aporte, retroalimentación. Una manera de llevar el in más allá de las murallas. Eparkio Vega, director de teatro de la Universidad, nos pasea por las aulas. En esta universidad, cuenta, García Márquez desistió de sus estudios de abogacía. Un coro canta Barquito de papel, rodeado de 2000 idem hechos por los alumnos del Colegio Salesiano. Se recuerdan a poetas y fotógrafos: José García Usta, el de la “prosa callejera/como muchos,/plural, endeudado y viviente” y a Eduardo Herrán, el fotógrafo de los gamines, los niños de la calle de Cartagena.

Hay Cartagena: un escritor español, un escritor colombiano, una señora que vende artesanías... y así.